sábado, 27 de septiembre de 2008

Diario de un soldado.

"Ramírez ha sido el primero en morir, pero todos moriremos."

Diario de guerra, sábado, 9:30 a.m.



Sólo hace dos días que partimos en campaña, pero el desánimo ha cundido entre la tropa con más rapidez de la esperada. La euforia inicial ha ido poco a poco tornando en tristeza y los uniformes son cada vez más grises y más sucios. La proclama fascista del coronel fue intimidatoria, amenazante: "en este blog no quiero juegos...quisieron jugar en este blog y ahora puedes verlos en cajitas de zapatos, incinerados, ojos cerrados..." Algunos no pudieron resistirlo. Unos pocos desertaron. Otros siguen aquí por la sencilla razón de que lo que dejaron atrás es peor todavía que esto. Pero todos tienen miedo. Ramírez se meó en los pantalones. Aún recuerdo sus sollozos sobre mi hombro. "Sácame de aquí...", decía balbuceando, "...quiero salir de aquí...esto es un infierno". Mi disparo fue certero. Sé que no sintió dolor. Sé que ya no llora. Tuvo tiempo para darme las gracias antes de irse al infierno de verdad. Ramírez ha sido el primero en morir, pero todos moriremos. El coronel también. Quizás yo también.





Diario de guerra, sábado 27, 9:57 a.m.



No ha tardado en producirse una lucha por el poder que no podemos permitirnos. El General, la Capitana General... Ávidos de poder y gloria olvidan que el enemigo no espera. Que está en todas partes. No se imaginan el poder devastador del enemigo. Ni siquiera tienen idea de qué aspecto tiene el enemigo. Nadie lo sabe. En esta maldita selva no hay suficientes espejos.

1 comentario:

Fuerzas Amadas dijo...

Como generalísima ordeno la extinción de los altos cargos y mandos. Recordemos, somos un ejercito invencible y para ello todos demenos ocupar un puesto en la tropa menuda. Tropa menuda y nada más que eso. Somos perdedores. Todos. Nunca hemos sabido ganar y nunca conoceremos el sabor de la victoria. Muerte, odio y pena para Ramírez y los otros.